Una pequeña y humilde iglesia levantada cerca de los Montes Azules del Cabezo de Torres. En este lugar escondió Diego el profeta la Piedra Celestial que llegó a sus manos y ocurrió el Despertar de los Alumnos del Instituto de la Virgen de los Remedios Perdidos. Este suceso dejó la Iglesia completamente devastada en el interior.
Una semana después, mientras Cristóbal Curbelo examinaba el lugar acompañado de su hijo adoptivo Vicente Curbelo, recibieron la inesperada visita de Rafael Moreno, David García Escudero, José Sánchez Real, Bill Curzon y Rosa Conesa. El encuentro, que no agradó a nadie, acabó con la muerte de Bill a manos de Vicente.