Escándalo mediático en el que un empresario de éxito alcantarillero, Teodoro Luchamán, fue descubierto realizando experimentos químicos con Turbotónico en ciudadanos inocentes y alumnos del Instituto de la Virgen de los Remedios Perdidos.
Fue el pistoletazo de salida para que la administración civil comenzase a preparar leyes e instalaciones exclusivas para Aumentados en España.