Una barriada de mala muerte situada en el extremo norte de Alcantarilla. En ella viven varios clanes de personas no inscritas en el registro civil y aficionadas a vivir la vida como ellos quieren. Este lugar es conocido por su alto índice de peligrosidad y sus infames drogas.
Cuando regresó del Cabezo de Torres, Diego el profeta escondió la Piedra Celestial aquí, entre los restos de una de las chabolas. A finales de 2015, un grupo de Aumentados destruyó gran parte del lugar mientras buscaban la Piedra Celestial y este suceso hizo que sus habitantes decidiesen marcharse a otro sitio.
Actualmente, lo que queda de las 808 viviendas es un gigantesco descampado repleto de ruinas, porquería y cables pelados.