¡Esta es una revisión vieja del documento!
Ciudad murciana que tiene la triste reputación de llamarse como un sitio por dónde circula mucha caca y mucho pis. Sus habitantes pertenecen a la región de Murcia, en el sureste de España, y hacen vidas normales bajo el insoportable calor del sur y han de soportar a gobiernos corruptos, fuerzas de seguridad incompetentes y mucho, mucho yonki.
En 2015 el hijo pródigo de la ciudad, Teodoro Luchamán, regresó de su estancia en Estados Unidos para traer más trabajo a la ciudad y deshacerse de la basura espacial que asolaba a la comunidad. Sin ser demasiado conocida por sus universidades o sus ciudadanos modelo, Alcantarilla fue el objetivo de una reforma del gobierno con el objetivo de acabar con la vaguería y la creciente tasa de criminalidad: el nuevo anteproyecto de ley para Vagos y Maleantes fue aprobado a finales del año 2015, pero después de que uno de sus mayores promotores, el letrado Cristóbal Curbelo, fuese hallado muerto en su casa, la ley se desechó por completo.
A principios de 2016, tras desvelarse que el señor Luchamán y su empresa Aproventel estuvieron experimentado con una droga sintética que proporcionaba poderes increíbles y descontrolados a aquellos que la tomaban, Alcantarilla alcanzó cierta reputación como la ciudad de los superhéroes.