¡Esta es una revisión vieja del documento!
Los Atributos son una serie de valores numéricos que definen las capacidades innatas de un personaje. Suelen permanecer inamovibles al paso del tiempo; sin embargo, ciertas experiencias o desgracias vividas por el personaje pueden llevar a su modificación.
Existen cinco Atributos diferentes, que agrupan a grandes rasgos ciertas capacidades del ser humano.
Define cuan suelto es el personaje, su coordinación mano-ojo, la destreza que muestra a la hora de manejar herramientas o armas y la gracilidad con la que se mueve. Un personaje con alto valor en este Atributo suele ser esbelto y de dedos rápidos.
Influye en las siguientes Características:
El concepto de Físico aúna en un mismo puntaje la resistencia física y la fuerza bruta, definiendo la capacidad para cargar, empujar y aguantar esfuerzos físicos demoledores. Un personaje con un valor alto en este Atributo suele gozar de musculatura marcada.
Influye en las siguientes Características:
Delimita el umbral de los sentidos físicos, la capacidad de atención y el talento artístico natural. Un personaje con un alto valor en este Atributo suele demostrar habilidades artísticas, musicales o expresarse con exquisitez.
Influye en las siguientes Características:
Esta puntuación detalla el raciocinio del personaje, así como su nivel de inteligencia, su capacidad de comprensión y resolución de problemas de diversa índole, y la facilidad que tiene para entender nuevos conceptos. Un personaje con alto valor en este Atributo suele ser metódico, inquisitivo y cerebral.
Influye en las siguientes Características:
Conjunto de diversos factores sociales que definen la aptitud para desenvolverse con otros individuos. Viene a aunar tanto la apariencia física, el arte para la manipulación y la capacidad para caer bien. Un personaje con un alto valor en este Atributo es el alma de la fiesta, al que todo el mundo quiere o un empresario cruel y mezquino que logra siempre lo que se propone.
Influye en las siguientes Características:
El valor de la Suerte cuantifica cuánto –y con qué potencia– el personaje es capaz de influenciar en los actos del destino y la buena fortuna. Es una medida numérica que se emplea para alterar resultados de Tiradas o la propia partida; su uso y utilidad queda en manos del Director de juego.
Un personaje comienza con 1d6+2 de Suerte.
El mínimo que un personaje jugador puede tener en un Atributo es 4, mientras que el máximo es 10. En términos generales, la media humana se encuentra entre el 4 y el 5 en un Atributo. Valores inferiores denotan algún tipo de minusvalía o tara, mientras que valores superiores pertenecerán a genios o a personas especialmente bien preparadas. Asignación de puntos
Cada personaje comienza con 4 puntos en cada Atributo, y después puede repartir puntos adicionales dependiendo del nivel de realismo que quiera dar el Director de juego a la campaña.
Gracias a estos niveles podemos crear personajes más o menos poderosos, dependiendo del grado de espectacularidad o muerte queramos.