La más bella de todas las Estigmas, con una apariencia que simboliza la sensualidad y que puede volver locos a hombres y mujeres mostrando su cuerpo desnudo.
Con herencia ibérica, Luxuria goza de una larga melena negra hasta el final de la espalda, adornando sus caderas explosivas y la perfección de sus muslos. Gracias a sus escotados vestidos negros, presume del tamaño y la forma de sus pechos; coronando su visión, su cara ligeramente tostada y ojos de color verde esmeralda.
Luxuria posee una contradictoria convicción que le permite satisfacer sus más oscuros deseos y cumplir la voluntad de su Creador, al que idolatra. Una de sus habilidades más sorprendentes es la capacidad de crear una especie de nexos entre lugares del planeta, llamados Túneles Ardientes. Estos atajos pasan por una dimensión similar al infierno católico y permiten viajar con velocidad a través de continentes.
Luxuria interviene, junto a Avaritia, en un plan para crear el ser vivo perfecto para el Ritual de la Carne. Para ello, se hace con la Lanza de Uktena y extorsiona a Bruma Nocturna para que tenga sexo con Iris Martínez de la Rosa. El plan sale adelante y conciben unas monstruosidades arcanas de tez negra; sin embargo, al tercer día uno de ellos se transforma en una dulce niña llamada Noa. Gracias al maternalismo de Iris, logra poner a su hija a salvo de las Estigmas y el plan fracasa de nuevo.
Luxuria, junto a Ira, Superbia e Invitia, atacaron a los Ángeles de Gaia en el Mar Báltico. La última vez que se la vio fue junto a su hermana Ira, mientras atacaban al líder de la Justicia Metálica.