Joven de apariencia delicada y adolescente, de origen hindú a pesar de la palidez de su piel. El pelo corto color azabache le llega hasta detrás de las orejas, ondeando juguetonamente cada vez que mueve su cabeza. El estilo cleopatra de su cabello enmarca unos ojos de color turquesa pálido que hacen de ella una muchacha con un porte sobrecogedoramente encantador. Vestida siempre con telas exóticas y atuendos llenos de valiosas gemas, representa el poder de lo material.
Existen varias leyendas populares en los países del Este sobre una emperatriz joven y ambiciosa que llevaba a la gloria la tierra que regía y en el momento de mayor triunfo, abandonaba el cargo, dejando al pueblo sumido en el caos. Avaritia amasaba fortunas gracias a su impresionante labia y se dirigía a otro lugar en cuanto la economía empezaba a flaquear.
Gracias a su longevidad y su aspecto, Avaritia ha pasado gran parte de su existencia en Asia, trasladándose velozmente con Ziz, el Hijo del Nido por encima de las nubes.
En contraste con Superbia, Avaritia apoya su razón de ser y la misión que se le ha encomendado para obtener más poder y objetos valiosos.
Avaritia fue destruida en el Asalto de la Justicia Metálica al túmulo bilbano del Viento de Acero.